El ARTE Y LA EDUCACIÓN EN DERECHOS HUMANOS




Dentro de los programas y proyectos que adelantan las organizaciones sociales que promueven el tema de lo juvenil, el arte como proceso que favorece la inclusión social, se ha venido presentando como una forma de hacerle frente a las diversas formas de exclusión y discriminación social que afectan a un gran porcentaje de la juventud.


La sensibilidad y el desarrollo perceptivo de los jóvenes frente al tema de los derechos humanos requieren de estrategias didácticas innovadoras y cautivantes, que llamen su atención y despierten tanto su interés como su curiosidad. En este aspecto, el diseño de propuestas que tengan como eje estructurante la Educación en Derechos Humanos a través de prácticas artísticas, donde las estrategias didácticas se aproximen a actividades lúdicas y el aprendizaje se lleve a cabo con metodologías y dinámicas productivas, es una empresa que se logra cuando de manera concienzuda los actores artísticos establecen posibles maneras de relacionar el arte con las diferentes problemáticas que afectan a los jóvenes, y también cuando allí, desde el arte, se estudian diferentes opciones de intervención para esas problemáticas.


Ya son varios los actores artísticos que han establecido este tipo relaciones o que han posibilitado intervenciones para dichas problemáticas, muestra de ello, y de los esfuerzos que se han iniciado frente al tema de la Educación en Derechos Humanos a través de prácticas artísticas y de la ingerencia de los lenguajes artísticos en procesos de participación comunitaria, encontramos en Colombia y en el resto de Latinoamérica y el mundo, varias experiencias exitosas y proyectos dentro de los cuales cabe mencionar:


AJA PROJECT: Disparando Cámaras para la Paz (2007).


Fotografía proyecto Disparando Cámaras para la Paz. Tomada por Katherine Hide / 11 años. Bogotá 2002
• Foto: Archivo Disparando Cámaras para la Paz
AJA Project es una organización internacional dedicada a proporcionar ayuda educativa a la gente joven que vive en zonas con conflicto violento. Apoyan programas educativos innovadores, multimedia y vocacionales. Todos los proyectos se realizan en asocio con instituciones locales.


Esta organización se propuso realizar en tres ciudades del mundo (Bogotá, San Diego y Tailandia) talleres de fotografía para contar la historia de las vidas, de las familias y de estas comunidades, por lo general, refugiadas y/o desplazadas a raíz de los conflictos de sus países.


"Disparando Cámaras por la Paz" es el nombre dado en Colombia a este proyecto, que estuvo a cargo del fotógrafo documental Alex Fattal, quien logró una beca de de la Comisión Fulbright y contó con el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones, la Alcaldía de Soacha, la Corporación Fe y Esperanza y la Universidad de los Andes, para llevar a cabo el mismo.


Alex Fattal le entregó a varios niños del barrio El Progreso, en Altos de Cazucá (Bogotá), una cámara tipo instamatic con un rollo de película, para que tomaran imágenes durante una semana sobre sus memorias, su barrio y su familia, luego sobre los temas de futuro y temor.


"Disparando Cámaras por la Paz" no se terminó con el trabajo de Alex Fattal al culminar su beca ya que la comunidad local conformó una fundación bajo este mismo nombre y se publico un libro con estas fotografías llamado "El lugar que habito, fotos y relatos de niños desplazados".


Hoy día la fundación hace un esfuerzo por permanecer y se mantiene gracias a pequeños apoyos, pero se encuentra vulnerable a la desaparición.


Amnistía Internacional Argentina, Grupo Tucumán: Por los derechos de los niños y de la niñas (2006).


Karina Crespo, miembro de Amnistía Internacional, junto con los licenciados Gustavo Díaz Fernández y Andrea Estévez coordinó este proyecto que nació desde las artes, del interés de unir arte, educación y nuevas tecnologías para abordar el tema de la educación en derechos humanos. Se planteo como una propuesta lúdica alejada de la didáctica convencional, adaptable al espacio curricular: una pedagogía con imágenes, que estimularía y entrenaría la creatividad dentro del aula, junto con la incorporación de las nuevas tecnologías.


El objetivo principal de esta propuesta era sensibilizar, concienciar y difundir la Declaración de los Derechos del Niño. Además, crear material didáctico en diversos formatos aplicables a distintas necesidades y contextos sociales, diseñar e implementar material didáctico para estimular la participación a través de diferentes lenguajes y, crear una red electrónica e incentivar el uso de distintos medios de comunicación para difundir aprendizajes significativos a través de distintos portales educativos y medios.


Club Fotográfico Ojo Rojo: SILO-VÉ, un niño (2005).

Presentación proyecto SILO-VÉ un niño
• Foto: http://silove.univalle.edu.co/ojorojo.html
Este proyecto de investigación, ganador de la Beca Nacional de Artes Visuales del Ministerio de Cultura de Colombia 2004, reunió a 34 niños del barrio Siloé (Cali) para un taller de fotografía, en el cual aprendieron las nociones básicas de esa práctica. La intención última de los talleres era acercar a los niños a la imagen fotográfica y literaria para que lograran descubrir nuevas formas de ver lo cotidiano, haciendo una memoria de sus vidas y su entorno familiar y barrial.


El proyecto se propuso generar un pensamiento alrededor de la enseñanza de la fotografía como una opción pedagógica que podría ser incluida en los currículos de la educación básica secundaria para reivindicar el lugar de la imagen.


Fundación Visión y Gestión Ingeniería Social: Imágenes y relatos de Manizales (2005).
 
 
Esta fue una experiencia que desde la metodología de la Alfabetización Visual, creada hace más de 30 años por la artista y fotógrafa norteamericana Wendy Ewald, exploró la fotografía como herramienta para la realización de procesos sociales y pedagógicos en la búsqueda de una reapropiación y resignificación de las imágenes circundantes.
Este proyecto nació de un ejercicio de interpretación, en el que se construyó una relación entre la Metodología de Alfabetización visual y los distintos componentes de un discurso sobre cultura ciudadana. Obteniendo como resultado un viaje -de re-construcción de la mirada que va desde la manera como se ve uno mismo, hasta la forma en que se ven las construcciones colectivas: la ciudad, los símbolos o imaginarios, las costumbres o tradiciones, entre otros.
El objetivo principal de esta propuesta era propiciar en los jóvenes, mediante el uso de la fotografía, la reapropiación y resignificación de la ciudad que habitaban, para que se asumieran como coautores y participes de su construcción.


Wendy Ewald: Retrato de un pueblo.


Wendy Ewald es una fotógrafa norteamericana que trabaja hace más de 30 años con la inquietud de que un fotógrafo no puede mostrar un lugar o sus habitantes por el hecho de ser ajeno, y por esto se plantea que la mejor manera de hacerlo es que las fotos puedan ser captadas por los mismo lugareños.
Ewald, al desarrollar una investigación usando la fotografía para ayudar a los niños a expresar lo que piensan y sienten de ellos mismos, de sus familias y su comunidad, observo que las fotografías tomadas por los niños eran mucho más intimistas que las que ella tomaba, mostraban una visión menos objetiva y más personal, desde sus propios valores culturales y sus vivencias. Comenzó entonces a cuestionarse sobre las fronteras entre fotógrafo y sujeto, entre profesor y alumno, entre niño y adulto. Esto la llevó a involucrar a los niños en sus proyectos, en lo que ella llama un "proceso artístico colaborativo" donde el producto final es el resultado de un trabajo colectivo en el que todos toman fotos o donde los participantes intervienen las fotos que ella toma, dibujando o escribiendo sobre sus negativos, apartándose del concepto de autor único y la figura del creador individual.
Este proceso la condujo al desarrollo de un método pedagógico que ella llamó Alfabetización a través de la Fotografía (Literacy through Photography, LTP), que busca darles a los participantes en sus talleres elementos para fortalecer su capacidad de interpretar y producir imágenes, es decir una alfabetización visual. La LTP anima a los participantes a que encuentren su voz a través de las fotografías y del texto escrito, proponiendo así una manera de enseñar la lengua y de animar hacia la escritura creativa.
Ewald, en 1982 visito Colombia para desarrollar su investigación, y en el pueblo de Ráquira, Boyacá realizo la exposición "Retrato de un Pueblo" con fotografías de los niños de Ráquira y las suyas, acompañadas del relato de una de las niñas a la cual entrevistó.
Si bien las anteriores experiencias difieren en su forma, todas ellas ponen de manifiesto la posibilidad de acercar a las comunidades a los lenguajes de las disciplinas artísticas y a los medios expresivos, como herramientas para la realización de procesos sociales y pedagógicos, permitiendo nuevos y distintos modos de comunicación y expresión, desarrollando las competencias individuales interrelacionadas con lo social, a través de la sensibilización, la experimentación, la imaginación, y la creatividad.