Foto performance



Sin lugar a dudas,  de  las sesiones de “Capturando Derechos” esta fue una de las que más interés despertó en los participantes, pues para muchos esta era la primera vez que se acercaban al tema del performance, y aunque ya varios habían escuchado por ahí esta palabra, para ninguno estaba del todo claro su uso ni definición.

En un intento de precisar que es el performance, con las opiniones  y nociones de los participantes del taller se definió el performance como acción, presentación, desempeño, y por lo tanto como un acto que se presenta en vivo. Sin embargo, esta definición presento varios problemas al develar que así, casi cualquier cosa podría ser un performance.

Para aclarar esta cuestión, decidimos tomar la definición que Miguel Ángel Peidro ofrece acerca del performance  como “una propuesta de un artista que tiene lugar en un espacio y un tiempo determinado (a la vez puede ser incluso una propuesta imposible) que ha de funcionar en sí misma y no a través de un objeto material creado. En esta propuesta es esencial la presencia física del artista (presencia que puede estar señalada por una ausencia) que supuestamente hace algo (que podría ir desde un no hacer nada hasta hacer mucho) o la presencia de un público (que podría ser la ausencia también) que experimentaría la acción del artista con toda una escala de implicaciones desde la pasividad (espectador) a la actividad (protagonista)”*. Si bien, esta definición genero más dudas que claridad, estas se irían disipando por medio de ejemplos concretos en el transcurso del taller.


Luego de repasar varios referentes alrededor del performance logramos junto a los participantes del taller definir el performance de una manera más cercana y según nuestras propias impresiones como un arte regularmente efímero, cuyo principal propósito es llevar las ideas (o sentimientos, angustias, etc.) a acciones físicas, a situaciones que describen y representan alguna realidad específica (o ficticia). Acciones que cabe resaltar, requieren una voluntad, una elección y que por lo tanto producen una distancia  con el resto de acciones. La acción se hace y de alguna manera se aísla (separa) del devenir de acontecimientos.

Teniendo en cuenta lo anterior, puntualizamos que algunos artistas con el objeto de prolongar en el tiempo este tipo de acciones las comenzaron a documentar a través de la fotografía. La incorporación de la imagen planteó la posibilidad de realizar obras con el único objetivo de ser registradas, performances creadas especialmente o rediseñadas en función de su posterior registro, lo que se conoce hoy en día como la foto performance.

Ya familiarizados con los procesos del performance (cuerpo, acción, tiempo real y espacio concreto), el taller se volcó hacia la generación de acciones individuales de los integrantes, acciones éstas que serian el resultado de búsquedas propias, reflexiones individuales, y miradas subjetivas de la realidad social, la cultura y los vínculos de los individuos; y que serian luego, trasladadas a la práctica fotográfica.

Las acciones de los participantes fueron desde abordar transeúntes en los espacios cercanos del taller para pedirles fotografías de las que se acostumbra llevar en la billetera para luego realizar pequeños mosaicos; hasta trasladar a espacios públicos, objetos relacionados con el mobiliario del hogar, etc.

Este Taller en particular, genero en los participantes el deseo de indagar más acerca del tema tratado y abrió la puerta para la realización de posteriores talleres sobre este tema específico.

* PEIDRO, Miguel Ángel. El Arte de Acción. Citado por: PERFORMANCELOGÍA. Todo sobre Arte de Performance y Performancistas. [en línea]. [consultado 16 jun. 2010]. Disponible en